En la atmósfera política volátil de hoy, Kim Kardashian se ha distinguido del resto de la multitud de Hollywood de tendencia liberal al declarar que ella "no tiene nada malo que decir sobre el presidente". A todos.

Durante una aparición en Jimmy Kimmel Live! el lunes por la noche, la mujer de 37 años habló sobre su reunión con Donald Trump a fines de mayo, durante la cual persuadió él para conmutar la sentencia de Alice Marie Johnson, una mujer que cumplía cadena perpetua por primera vez relacionada con las drogas. ofensas.

¿Las primeras palabras que salió de su boca durante la reunión? "Mierda, no puedo creer que esté en el puto Despacho Oval", dijo. (Kimmel bromeó: "Sí, es especialmente extraño que esté allí, ¿verdad?")

Kardashian continuó describiendo el momento exacto en que recibió la llamada de que el presidente le había concedido el indulto a Johnson. "Estuve en una sesión de fotos de Steven Klein, y si alguien sabe quién es, es más o menos una sesión de desnudo", recordó.

"¿Estabas desnudo cuando Donald Trump te llamó?" sondeó Kimmel. La estrella de reality aclaró que, no, sí se puso una bata antes de atender la llamada.

La pareja también habló de ella. polémico esposo, Kanye West, y el suyo, en una palabra, poco claro inclinaciones políticas. "No es político, por lo que no profundiza en lo que está sucediendo", dijo Kardashian. confirmando que Kanye no se mantiene actualizado sobre los eventos actuales. Cuando se le preguntó si alguna vez habían discutido sobre el alboroto que ha caído sobre Washington, dijo que no, y agregó que "siempre respeta lo que piensa la otra persona".

"Para dejarlo claro, hablaríamos de eso y hablaríamos de políticas, y él no necesariamente está de acuerdo con las políticas", agregó. "A [West] le gusta la personalidad [de Trump] y cómo llegó a ser presidente cuando todos lo subestimaron".

Hablando de sus planes para continuar trabajando en la reforma carcelaria, Kardashian dijo que está "muy concentrada" en lograr sus objetivos y, por lo tanto, no en el juego de denunciar las transgresiones de Trump. "Yo tampoco estoy de acuerdo con todo", anotó.

Naturalmente, dado su alcance, los críticos encendieron Twitter, culpando a Kardashian por no usar su plataforma para denunciar aquellas políticas con las que no está de acuerdo.

Mientras tanto, los conservadores elogiaron su entrevista.

Deje que Kim lleve la controversia a un nivel superior, todo mientras mantiene la cabeza fría.