No es ningún secreto que la moda es un industria derrochadora. Se habla comúnmente de problemas como el exceso de producción. terminando en vertederos o tintes tóxicos contaminando el agua del océano, pero esas dos cosas solo arañan la superficie de estas prácticas insostenibles. Por ejemplo, ¿sabía que los materiales a base de celulosa de uso muy común, como el rayón y la viscosa, provienen de selvas tropicales en peligro de extinción? Estos materiales se encuentran en diferentes tipos de ropa y, a menudo, se obtienen a través de la tala ilegal de árboles, lo que contribuye a problemas cruciales de deforestación que están provocando el cambio climático.
Esta semana, sin embargo, 45 marcas de moda han decidido hacer un compromiso real para hacerlo mejor. En honor al Día Mundial de la Selva Tropical el 22 de junio, Ralph Lauren, Nanushka, Ted Baker y varios otros anunciaron que trabajarán con Pabellón, una empresa con la misión de cambiar la cadena de suministro de la selva tropical. Aquellos que se han inscrito ahora pasarán a utilizar materiales innovadores, reciclados o de origen sostenible.
Nanushka explicó su decisión de unirse a la campaña en su sitio web, escribiendo: "Estamos comprometidos con la protección de los bosques del mundo mediante el abastecimiento responsable de materiales a base de celulosa, como papel, envases y fibras. Nos hemos asociado con Canopy, una ONG dedicada a desarrollar ideas comerciales innovadoras para salvar bosques y ecosistemas ".
En este momento, según Canopy, "más de Cada año se talan 150 millones de árboles para producir textiles populares como el rayón y la viscosa ". Reducir el uso de estos materiales es un paso importante en preservar la biodiversidad de la selva tropical, que a su vez ayudará a combatir todo, desde el calentamiento global hasta el futuro pandemias.
Limpiar la desordenada cadena de suministro, desde el suministro de material hasta el piso de fabricación, es uno de los mayores obstáculos para arreglar la industria de la moda en su conjunto. Aunque podría ser más difícil, cuando las marcas se comprometen a trabajar con los certificadores en cada paso de la El proceso, asegura que el dinero usado para comprar ropa no esté contribuyendo al mundo de manera negativa.