¿Qué ocurre a puerta cerrada en la Casa Blanca? Los New York Times publicó una historia el viernes que ofrece una mirada detrás de las cortinas que rodean la relación de Donald y Melania Trump. En él, está pintada como una Primera Dama "misteriosa", una que más de un año después de mudarse al 1600 de la Avenida Pennsylvania no se ha adaptado del todo a sus deberes políticos. Melania y "Donald", como dice la historia que ella lo llama, a menudo bromean, sin embargo, su lealtad no parece flaquear.
En una cena en Bedminster, Nueva Jersey, la semana pasada mientras estaba de vacaciones, Melania supuestamente cantó las alabanzas de POTUS. "Solo quiero agradecer al presidente por hacer un trabajo increíble... y por toda su ayuda", le dijo. A pesar de esta extraña dinámica, la historia confirma que la pareja duerme en dormitorios separados y que definitivamente no se acuestan juntos mientras viajan.
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Dicho esto, Donald aparentemente la escucha a menudo y sus decisiones podrían verse influidas por su influencia. Como el
Mientras que el Ala Este sostiene que el “Realmente no me importa, ¿verdad?La chaqueta que Melania usó en junio para visitar los centros de detención de migrantes no venía con un mensaje oculto, dijo una fuente al Veces que lo usó en respuesta a los críticos que se oponían a la idea de que ella quisiera hacer ese viaje a pesar de la política de inmigración de "tolerancia cero" de su esposo. "Nadie le dice a la primera dama qué hacer", reafirmó Stephanie Grisham, directora de comunicaciones de Melania. "Nuestra oficina no tiene nada que ver con las elecciones de ropa que elige y esta situación no fue diferente".
Y aunque los detalles de su relación son fascinantes, no vale nada que Melania, que tiene un Colección Hermès Birkin por valor de al menos 114.000 dólares - no ha rehuido vivir lujosamente, a pesar de su papel. Su personal de 10 puede ser pequeño en comparación con el de otras primeras damas (Michelle Obama y Laura Bush tenían más de 25), pero hay una cosa en la que no escatima: su cabello.
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Según la historia, Melania vuela a Nueva York al menos una vez al mes para reunirse con un “círculo de asociados” junto con su hermana y, escucha, su estilista. ¿Volar miles de millas para conseguir un retoque rápido? Suena caro.
Cuando está en la Casa Blanca, trabaja con el personal de la cocina para intentar sugerir un plan de alimentación más saludable para Donald (a él le gusta tener dos bolas de helado para el postre), practica Pilates y se centra en el aspecto de su hogar trabajando con la Casa Blanca Histórica Asociación. Ah, y también vigila de cerca a su hijo Barron, de 12 años.
Cuanto más sepa.