Se ha pensado durante mucho tiempo que los bocadillos nocturnos y el pastoreo constante conducen a un aumento de peso y señalan un estilo de vida poco saludable, pero ahora hay evidencia de que comer fuera de un período de ocho a diez horas cada día puede tener un impacto negativo grave en su salud.
En El código circadiano, un nuevo libro publicado el mes pasado, autor y profesor Panda Satchin sugiere que cuando las personas contienen su alimentación dentro de una ventana de ocho a diez horas en lugar de pastar desde temprano De la mañana a la noche, mejoran su salud sincronizando los ritmos naturales del sueño de su cuerpo con su nutrición. necesidades.
Al comer cuando su cuerpo está en modo de trabajo completo, por ejemplo, durante las horas de 8 am a 6 pm, proporciona calorías y nutrientes cuando más se necesitan. Comer fuera de esas horas, le indica a su cuerpo que se prepare para la actividad, no que se prepare para descansar.
Esto es similar a sugerencias recientes sobre la limitación del tiempo frente a la pantalla, estar cerca de luces brillantes o hacer ejercicio
Dr. Panda investigación llevada a cabo en 2012 en ratones, lo que permitió a un grupo acceso ilimitado a alimentos con alto contenido de grasa y azúcar, mientras que al otro se le proporcionó la misma dieta, pero solo dentro de un período de ocho horas. Si bien ambos grupos consumieron aproximadamente la misma cantidad de calorías, los ratones con acceso irrestricto a las comidas ricas en grasas y azúcares aumentaron de peso, mientras que el grupo de tiempo restringido no lo hizo.
El estudio llevó al Dr. Panda a una nueva estudio, en un pequeño grupo de hombres prediabéticos. Para ver cómo el momento del consumo de alimentos de los hombres afectaba su salud, proporcionó suficientes calorías para mantener su peso mientras les permite comer en un lapso de seis o doce horas ventana. Los hombres que comieron en la ventana diaria de seis horas experimentaron una presión arterial más baja, menos hambre durante la noche, insulina más baja y niveles reducidos de estrés oxidativo.
Hace mucho que sabemos que comer un desayuno abundante y equilibrado es clave para mantener su salud y prevenir la pérdida de peso; este nuevo estudio sugiere que ser consciente de cuándo desayunar y programar su última comida de ocho a diez horas más tarde puede tener un mayor impacto en su salud que escudriñar lo que hay en cada comida en su mesa.