Me lavo el cabello todos los días y es lamentablemente evidente cuando de vez en cuando me salteo el champú. Mi cabello es fino y, como el carruaje mágico de Cenicienta que vuelve a convertirse en calabaza al dar las doce, se vuelve graso casi exactamente después de 24 horas después de cada lavado.
Y antes de que lo digas, amigos y estilistas ya han sugerido reducir el lavado de mi cabello para entrenarlo contra la grasa inminente. acumulación, y a ellos les digo, "no, gracias". Me siento más seguro después de un lavado fresco, y mis pocos intentos de reducir el uso de champú han sido fútil. Entonces, en el raro caso de que me vea obligado a saltarme un lavado debido a un día ajetreado o a un entrenamiento mal cronometrado, me quedo con Shampú seco como mi única salvación de un día de cabello lacio y fibroso pegado a mi cuero cabelludo.
He experimentado con una variedad de marcas a lo largo de los años, usando de todo, desde Champú en seco Batiste favorito de culto y champú seco personalizado de Prose
Su solución invisible se rocía sin dejar ningún residuo visible y tiene un olor deliciosamente refrescante. Me gusta más champús secos, funciona mejor después de una buena sacudida y cuando se rocía en las raíces desde una distancia de aproximadamente seis a ocho pulgadas. Me gusta levantar mi cabello en secciones para rociar y masajear la fórmula en mi cabello a medida que lo hago, dándole a mis mechones un alboroto sólido.
Después, mis raíces se ven instantáneamente más voluminosas y toda mi cabeza huele como si acabara de salir del salón, lo cual es probablemente gracias a los diversos extractos de frutas, incluidos los de albaricoque, manzana y melocotón, que figuran entre los ingredientes. El champú seco también contiene algas verdes y marrones para controlar la producción de aceite, almidón de tapioca para absorber el aceite y aceite de argán para reducir el encrespamiento y promover un cabello suave y saludable.
No es exactamente tan bueno como un lavado fresco, pero hace el trabajo en un abrir y cerrar de ojos. Y, a riesgo de sonar hiperbólico, es posible que mis días con mal cabello nunca vuelvan a ser los mismos gracias a este pequeño y práctico spray.
Crédito: Cortesía
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