Gwyneth Paltrow está celebrando un cumpleaños histórico en, bueno, su traje de cumpleaños. El martes, la actriz y magnate del bienestar cumplió 50 años y marcó la ocasión especial vistiendo nada más que pintura dorada.
El Actriz publicó una serie de fotos en las que posaba contra un fondo blanco medio cubierto de pintura metálica. Su famoso cabello rubio estaba peinado hacia atrás detrás de sus hombros, y mantuvo su glamour al mínimo, excepto por la pintura dorada que cubría un lado de su rostro. En una imagen, posó con los brazos cruzados sobre el pecho mientras miraba a la cámara, mientras que en otras fotos, se recostó contra un bloque blanco.
“Me siento tan bien al cumplir 50 años, y se trata de expresar esa sensación de energía y optimismo que estoy experimentando”, dijo Paltrow en un comunicado. "Se trata más de la mirada femenina y solo de una sensación de diversión".
En una entrevista de cumpleaños con ModaPaltrow le dijo a la publicación que estaba lista para este nuevo capítulo. "Me siento muy feliz y satisfecha y no asustada y extrañamente no asustada por eso", dijo. "Al cumplir 50 años, ha sido mucho más fácil de lo que pensaba. Durante el último año antes de eso, he estado reflexionando sobre estos diferentes capítulos en la vida de una mujer. ¿Qué significa pasar por la perimenopausia y luego por la menopausia? ¿Y por qué es eso un tabú, y por qué nos echan a pastar?".
A principios de este mes, Paltrow escribió un ensayo para Goop acerca de acercarse a los 50 y la sensación de aceptación que ahora siente, especialmente cuando se trata de los aspectos físicos del envejecimiento. "Mi cuerpo, un mapa de la evidencia de todos los días, es menos atemporal. Una colección de marcas e irregularidades que desgranan los capítulos. Marcado por quemaduras de horno, un dedo roto en una ventana hace mucho tiempo, el nacimiento de un niño. Cabello plateado y líneas finas", escribió. "Y mientras hago lo que puedo para luchar por una buena salud y longevidad, para evitar el debilitamiento de los músculos y hueso que retrocede, tengo un mantra que inserto en esos pensamientos imprudentes que intentan descarrilarme: yo aceptar. Acepto las marcas y la piel suelta, las arrugas. Acepto mi cuerpo y dejo ir la necesidad de ser perfecto, lucir perfecto, desafiar la gravedad, desafiar la lógica, desafiar a la humanidad. Acepto mi humanidad".